QUEREMOS SER LIBRES, SOÑAR, VIVIR, AMAR, NO DOLOR, NO RECHAZO, TODOS SOMOS HOMOS

Sueña el rey que es rey, y vive con ese engaño disponiendo y gobernando... qué triste pensar que haya quien se empeñe en reinar sabiendo que a de despertar en el sueño de la muerte... Pero así es el mundo y la vida, en difinitiva todos sueñan lo que son aunque ninguno lo entienda... la vida es un sueño. Y si en ese sueño hay amor, qué más da de qué sexo sean las personas, y en qué acera se encuentren, las personas somos personas, sigamos soñando, que la vida son sueños y los sueños sueños son.

(Latentes)


NO SOMOS ORGULLOSOS

NO SOMOS ORGULLOSOS
No al orgullo, porque somos personas, porque somos iguales, porque no tenemos que hacernos notar más, poque somos uno más, porque nuestra orientación sexual no nos define, somos lo que sentimos, lo que pensamos, somos necesarios, porque todos necesitamos de todos para ser felices, por eso NO SOMOS ORGULLOSOS.

ESTO ES SENTIMIENTO Y LO DEMÁS TONTERÍA

No habrá nadie que me diga dónde está mi lugar, porque conozco el lugar donde han de acabar mis pasos; a sus pies. Y no habrá barrera, ni mar, ni cueva que me impida llegar hasta ella. Nadie interceptará por lo nuestro, porque aunque así lo fuera y acabáramos en las mismísimas antípodas la una sin la otra, ni siquiera ella misma con la mano del viento podría borrar el brillo de sus ojos enamorados. Aunque quieran nadie podrá borrarlo, ni siquiera ella misma, y nadie podrá evitar que siga sintiéndolo, nadie, tampoco yo.

Por ello, porque el huracán del amor no se puede controlar, olvida, tú, todo lo demás y déjate llevar por tu sentir que es el que sabe qué es bueno para ti.

Somos así, y es bueno porque somos tal como sentimos ser. Un sueño desde luego, pero está vez es mucho más que esa vaga ilusión nocturna que se pierde en los claroscuros del amanecer. Esta vez es real, y es NUESTRO y a los demás, si no quieren entenderlo, que les dén.


(Latentes)


lunes, 3 de mayo de 2010

LESBIANA ETIMOLOGÍA

La palabra «lesbiana» está derivada del nombre de la isla griega de Lesbos, hogar en el siglo V a.C. de la poetisa Safo. [1] De los escritos que se han conservado, los historiadores han deducido que un grupo de mujeres jóvenes estaban a cargo de Safo para su instrucción y diversión. [2] No ha sobrevivido mucha de la poesía de Safo, pero la que se conoce refleja los temas sobre los que escribió: las vidas diarias de las mujeres, sus relaciones y rituales. Se centraba en la belleza de las mujeres y proclamaba su amor por las jóvenes. [3] Antes de finales del siglo XIX, la palabra «lesbiano/a» era una adjetivo que calificaba a aquello que derivaba de Lesbos, incluyendo un tipo de vino. [nota 1] En 1890 la palabra fue usada en un diccionario médico como adjetivo para describir el tribadismo (como «amor lésbico»): gratificación sexual de dos mujeres a través de la simulación del coito. «Lesbianismo», para describir la relación erótica entre mujeres, fue documentado en 1870. El término era intercambiable con «sáfica» y «safismo» hacia principios del siglo XX. El uso de «lesbiana» en la literatura médica comenzó a ser prevalente; hacia 1925 la palabra está documentada como un sustantivo para referirse al equivalente femenino de un sodomita.
El desarrollo del conocimiento médico fue un factor importante para las connotaciones que iba a incluir la palabra. A mediados del siglo XIX, los divulgadores médicos trataron de establecer formas de identificar la homosexualidad masculina, que era vista como un problema social considerable en la mayoría de las sociedades occidentales. Categorizando el comportamiento sexual, sexólogos como el alemán Magnus Hirschfeld se referían a la «inversión» como un comportamiento sexual normal para hombres y mujeres, por lo que los hombres y las mujeres variaban desde el «tipo sexual masculino perfecto» hasta el «tipo sexual femenino perfecto». [4] La cantidad de literatura médica dedicada a la homosexualidad femenina era mucho menor que la dedicada a la homosexualidad masculina, ya que los profesionales médicos no lo consideraban un problema significativo. En algunos casos, ni siquiera reconocían su existencia.
Sin embargo, los sexólogos Richard von Krafft-Ebing de Alemania y Havelock Ellis del Reino Unido escribieron algunas de las categorizaciones más tempranas y duraderas de la homosexualidad femenina, considerándola un tipo de locura. [5] Krafft-Ebing, que consideraba el lesbianismo (que llamaba «uranismo») una enfermedad neurológica y Ellis, que estaba influenciado por los escritos de Krafft-Ebing, creían que la condición no era permanente. Ellis creía que muchas mujeres que profesaban amor por otras mujeres cambiaban sus sentimientos después de haberse casado y tener una «vida real». [6] Sin embargo, Ellis admitía la existencia de «auténticas invertidas» que pasarían toda su vida en relaciones eróticas con otras mujeres. Éstas eran miembros del «tercer sexo», que rechazaba el papel subalterno, femenino y doméstico de las mujeres. [7] La palabra «invertida» calificaba a la que realizaba los roles de género opuestos a su sexo y la atracción por mujeres, en lugar de por hombres; debido a que las mujeres de la época victoriana eran consideradas incapaces de iniciar encuentros sexuales, las mujeres que lo hacían con otras mujeres se consideraba que tenían deseos sexuales masculinos. [8]
Las obras de Krafft-Ebing y Ellis tuvieron una gran circulación y ayudaron a crear una conciencia pública sobre la homosexualidad femenina. [nota 2] Las afirmaciones de los sexólogos de que la homosexualidad era una anomalía congénita, por lo general, eran bien aceptadas por los hombres homosexuales; indicaban que su comportamiento no estaba inspirado ni debía ser considerado un vicio criminal y era ampliamente admitida. En ausencia de otro material para describir sus emociones, los homosexuales aceptaron la designación de «diferente» o «pervertido» y usaron su estatus de proscritos para formar círculos sociales en París y Berlín. «Lesbiana» y «lesbianismo» comenzaron a describir elementos de una subcultura.

SEXO ENTRE MUJERES

En lo relativo a cuestiones médicas, a las lesbianas se las conoce como mujeres que se acuestan con otras mujeres (MAM) debido a los prejuicios y creencias acerca de la sexualidad de las mujeres, y debido también a la reticencia de las mujeres a la hora de relatar de manera exacta su historial sexual incluso a sus propios médicos. [195] Muchas lesbianas que se auto-identifican como tal no llegan a ir al médico porque no tienen relaciones heterosexuales y no requieren métodos anticonceptivos, factores principales a la hora de que las mujeres busquen consultar a un ginecólogo cuando son sexualmente activas. [196] Por consiguiente, muchas lesbianas no se hacen regularmente la prueba de Papanicolaou. En Estados Unidos, el gobierno señala que algunas lesbianas no se hacen esta prueba al carecer de seguro de salud debido a que muchas empresas no lo ofrecen a las parejas de hecho. [197]
La carencia de información médica en las MAM surge de la percepción por parte de los profesionales médicos y de algunas lesbianas de que estas mujeres tienen un riesgo menor de contraer una infección de transmisión sexual o distintos tipos de cáncer. Cuando las mujeres acuden a consulta, los profesionales médicos no llegan a tomar una historia médica completa. En un estudio reciente con 2,345 lesbianas y mujeres bisexuales, sólo el 9.3% afirmó haber sido preguntada acerca de su orientación sexual por parte de su médico. Un tercio de ellas señalaba que creían que contar su historial sexual provocaría una reacción negativa, y el 30% habían recibido una reacción negativa por parte de su médico tras haberse identificado como lesbianas o bisexuales. [198] El historial completo de un paciente ayuda a los profesionales médicos a identificar las áreas de mayor riesgo y corrige los prejuicios existentes sobre las historias personales de las mujeres. En una encuesta similar con 6,935 lesbianas, el 77% había tenido contactos sexuales con uno o más hombres, y el 6% había tenido ese contacto durante el año anterior. [198] [nota 14]
Según el Departamento de Salud y Servicios Humanos de los Estados Unidos, las cardiopatías son la primera causa de muerte para las mujeres. Los factores de riesgo de las enfermedades del corazón incluyen la obesidad y el fumar, ambos más prevalentes en las lesbianas. Los estudios muestran que las lesbianas tienen una mayor masa corporal y en general están menos preocupadas por problemas de peso que las mujeres heterosexuales, y que las lesbianas encuentran más que las heterosexuales que las mujeres con índices de masa corporal más elevados son más atractivas. Las lesbianas tienden a ejercitarse más regularmente que las heterosexuales, y generalmente no por razones de estética, como las heterosexuales. [199] Hace falta más investigación para determinar las causas específicas de la obesidad en las lesbianas. [197] [198]

Recomendaciones para el sexo seguro entre mujeres:
«Evitar el contacto con el periodo menstrual y con lesiones genitales visibles.
Cubrir los juguetes sexuales que penetran más de una vagina o ano con un nuevo
condón para cada persona; considere usar distintos juguetes para cada persona.
Use una barrera (ej., látex, un condón abierto, un envoltorio de plástico) durante el sexo oral.
Use guantes de látex o de vinilo y lubricante para el sexo manual que pudiera producir sangre.»
Sally A. Mravack [198]

La falta de diferenciación entre mujeres homosexuales y heterosexuales en los estudios médicos que tratan sobre la salud de las mujeres distorsiona los resultados para las lesbianas y para las que no lo son. Los informes sobre la prevalencia del cáncer de mama en lesbianas son inconcluyentes. [198] Sin embargo, se ha determinado que el menor número de lesbianas que se hacen la prueba de Papanicolau hace más dificil detectar el cáncer de cérvix en sus etapas iniciales en las lesbianas. Los factores de riesgo para desarrollar el cáncer de ovarios son más elevados en lesbianas que en heterosexuales, quizá porque muchas lesbianas carecen de factores protectores como el embarazo, el aborto, los métodos anticonceptivos o dar el pecho al bebé. [200]
Algunas enfermedades de transimisión sexual se pueden transmitir entre mujeres, como el virus del papiloma humano (VPH) (en concreto, las verrugas genitales), tricomoniasis, sífilis y el virus del herpes simple (VHS). La transmisión de infecciones de transmisión sexual específicas depende entre las mujeres que tienen relaciones sexuales con otras mujeres depende del tipo de prácticas sexuales que hayan mantenido. Cualquier objeto que entre en contacto con las secreciones del cérvix, la mucosidad vaginal o el periodo menstrual, sean los dedos o un objeto penetrante, puede transmitir infecciones de transmisión sexual. [201] El contacto oral con los genitales puede indicar un mayor riesgo de contraer VHS, [202] incluso en mujeres que no hayan tenido ninguna relación sexual previa con hombres. [203] La vaginosis bacteriana (VB) aparece con mayor frecuencia en las lesbianas, pero no está claro si la VB se transmite mediante el contacto sexual; aparece en mujeres célibes y en mujere sexualmente activas. La VB frecuentemente aparece en las dos mujeres que componen la relación lésbica; [204] un estudio reciente de mujeres con VB halló que el 81% tenían parejas con VB. [205] Las lesbianas no se incluyen como una categoría de frecuencia de transmisión del VIH, aunque la transmisión es posible mediante las secreciones vaginales y cervicales. La mayor tasa de transmisión del VIH en lesbianas ocurre en las mujeres que participan en la toma de drogas por vía intravenosa o que tienen relaciones sexuales con hombres bisexuales.

¡ Y TÚ QUE MIRAS !! ¬¬'

¡ Y TÚ QUE MIRAS !!  ¬¬'
Aunque la quiera a ella, aunque el mundo se empeñe en señalarnos y decirnos que somos diferentes, el concepto es el mismo, sentimos, como todo ser humano.. "La libertad de amar no es menos sagrada que la libertad de pensar". (Victor Hugo)