QUEREMOS SER LIBRES, SOÑAR, VIVIR, AMAR, NO DOLOR, NO RECHAZO, TODOS SOMOS HOMOS

Sueña el rey que es rey, y vive con ese engaño disponiendo y gobernando... qué triste pensar que haya quien se empeñe en reinar sabiendo que a de despertar en el sueño de la muerte... Pero así es el mundo y la vida, en difinitiva todos sueñan lo que son aunque ninguno lo entienda... la vida es un sueño. Y si en ese sueño hay amor, qué más da de qué sexo sean las personas, y en qué acera se encuentren, las personas somos personas, sigamos soñando, que la vida son sueños y los sueños sueños son.

(Latentes)


NO SOMOS ORGULLOSOS

NO SOMOS ORGULLOSOS
No al orgullo, porque somos personas, porque somos iguales, porque no tenemos que hacernos notar más, poque somos uno más, porque nuestra orientación sexual no nos define, somos lo que sentimos, lo que pensamos, somos necesarios, porque todos necesitamos de todos para ser felices, por eso NO SOMOS ORGULLOSOS.

ESTO ES SENTIMIENTO Y LO DEMÁS TONTERÍA

No habrá nadie que me diga dónde está mi lugar, porque conozco el lugar donde han de acabar mis pasos; a sus pies. Y no habrá barrera, ni mar, ni cueva que me impida llegar hasta ella. Nadie interceptará por lo nuestro, porque aunque así lo fuera y acabáramos en las mismísimas antípodas la una sin la otra, ni siquiera ella misma con la mano del viento podría borrar el brillo de sus ojos enamorados. Aunque quieran nadie podrá borrarlo, ni siquiera ella misma, y nadie podrá evitar que siga sintiéndolo, nadie, tampoco yo.

Por ello, porque el huracán del amor no se puede controlar, olvida, tú, todo lo demás y déjate llevar por tu sentir que es el que sabe qué es bueno para ti.

Somos así, y es bueno porque somos tal como sentimos ser. Un sueño desde luego, pero está vez es mucho más que esa vaga ilusión nocturna que se pierde en los claroscuros del amanecer. Esta vez es real, y es NUESTRO y a los demás, si no quieren entenderlo, que les dén.


(Latentes)


martes, 7 de diciembre de 2010

el orgasmo femenino

El orgasmo femenino ha sido siempre un tema de interés y de fascinación. A diferencia del orgasmo masculino, visible por la eyaculación de semen, el orgasmo femenino carece de señales evidentes que prueban la obtención del orgasmo. Es quizás por eso que el orgasmo femenino ha sido tan misterioso para hombres y mujeres.Bueno, podemos empezar diciendo que no existe un patrón similar para el orgasmo femenino. Diferentes mujeres experimentan distintas sensaciones, intensidad y duración.
Entonces es difícil describir en definitiva el orgasmo femenino. Sin embargo, podemos describir en 4 etapas el ciclo de Respuesta Sexual de la mujer, las cuales muestran que ocurre cuando una mujer se excita durante cualquier acto sexual, ya sea durante la masturbación o el coito. Estas 4 etapas han sido denominadas como: excitación, meseta, orgasmo y resolución. Es importante mencionar que estas etapas no tienen un marcado inicio o final, sino mas bien ocurren como un proceso continuo durante la respuesta sexual. Y en la mujer, este ciclo demora por lo general unos 15 minutos, a diferencia del hombre que usualmente llega al orgasmo entre 3 y 5 minutos. Por esta razón es que muchas mujeres no logran llegar al orgasmo.
  • La primer fase, denominada excitación, puede durar sólo unos minutos o varias horas después de iniciada la estimulación erótica. Por lo general, esta fase se inicia 10 a 30 segundos después de haberse iniciado la estimulación. Físicamente la mujer experimenta la lubricación, expansión y crecimiento de la vagina, el hinchamiento de los labios mayores y menores de la vagina, clítoris y senos. Además, hay un aceleramiento de los latidos del corazón, de la presión arterial y de la respiración.

  • En la segunda fase, de la meseta, los cambios experimentados en la etapa de excitación se acentúan. Los labios vaginales se engrosan y cambian levemente de color, además, las paredes vaginales se llenan de sangre y el orificio vaginal crece. El clítoris se llena de sangre y se vuelve erecto. Al igual que en la primera etapa, los latidos del corazón y el pulso continúan acelerándose. Además, los músculos de los muslos, caderas, manos y nalgas se tensan. En esta fase, se puede dar un enrojecimiento de la piel, que por lo general se da en el estomago, pechos, hombros o cara.
  • La tercera fase, la del orgasmo, es la etapa clímax del ciclo, y es por lo general la etapa mas corta, durando sólo unos segundos. En esta etapa, la mujer experimenta una serie de contracciones musculares involuntarias en la vagina, útero y/o recto, las cuales resultan muy placenteras. El número y duración de estas contracciones depende de cada mujer. En esta etapa, la velocidad de respiración, pulso y presión arterial llegan a su máxima aceleración. La tensión muscular llega también a su punto más alto, acompañados por lo general de reflejos musculares en las manos y pies.

  • La cuarta fase, la de resolución se caracteriza por el retorno a un estado de reposo. Esta fase puede durar de 5 hasta 60 minutos. En esta fase, el útero y el clítoris regresan a sus posiciones normales, ocurre un relajamiento de los músculos, el enrojecimiento de la piel y la hinchazón de ciertas partes desaparecen. Durante, esta fase, algunas mujeres pueden responder a estimulación adicional luego del orgasmo, a diferencia del hombre.
Es importante mencionar que el orgasmo en una mujer, es un comportamiento que se aprende y no algo que se nace sabiendo. Obtener el primer orgasmo es un proceso que requiere práctica y mucha paciencia.
A diferencia de los hombres, que tienden a masturbarse desde muy jóvenes, las mujeres empiezan a experimentar su sexualidad mucho después. Esto dificulta en muchos casos la obtención del orgasmo.
También es importante recordar que muchas mujeres, es mas, se puede decir que la mayoría, necesitan que el clítoris sea estimulado directamente para poder llegar al orgasmo. Es decir, no basta sólo con la penetración para que una mujer llegue al orgasmo. En muchos casos, durante la penetración vaginal, el clítoris no recibe la necesaria estimulación, por eso se debe recurrir a la estimulación manual, oral u otras posiciones que proporcionen estimulación directa y consistente al clítoris.Por último, para que la mujer llegue al orgasmo es tan importante la lubricación de la vagina, como lo es la estimulación del clítoris. Una vagina que no está lubricada lo suficiente resultará en una penetración dolorosa, bloqueando la obtención del placer y, por consiguiente, evitando que la mujer llegue al orgasmo. Por eso es muy importante que previo a la penetración, durante la fase de excitación, la mujer reciba el suficiente estímulo erótico para poder lubricar la vagina y lograr que esta se expanda y crezca para recibir el pene. Una buena regla a seguir es que la mujer dicte cuando debe ocurrir la penetración, de esa manera ella se asegura de estar lista para recibir el pene.

El punto G de las mujeres

Nuestra mitología erótica incluye miles de narraciones en las cuales da cuenta de la existencia de un punto secreto dentro del órgano sexual femenino sobre el que se centra la excitación sexual. Hoy esa creencia está científicamente probada. El punto G o G-Spot en Inglés es embriológicamente un equivalente de la próstata en el hombre, descubierta por el médico alemán Ernst Grafenberg quién escribió la obra acerca de “Una Zona Erótica Femenina”, ubicada en la pared anterior de la vagina a lo largo de la uretra, la cual se hincha mediante la estimulación sexual. Todas las mujeres lo tienen pero ello no significa que todas se estimulen positivamente y es más: a algunas mujeres les desagrada. El punto G implica que ciertas células del embrión humano se desarrollan de una u otra forma dependiendo de si corresponde a un varón o a una hembra. Así en las niñas, en la zona donde podría haber estado la próstata aparece la zona del punto G. Algunas autoridades médicas son escépticas sobre la existencia de éste punto pues es muy difícil de ubicar mediante autopsias y solo adquiere un tamaño relevante mediante la excitación sexual.
El punto G se halla ubicado a lo largo de la parte superior frontal de la pared vaginal, avanzando unos cinco centímetros hacia el estómago. La mejor forma de localizarlo es insertar uno o dos dedos algo doblados hacia arriba. Realice un movimiento como queriendo decir con un gesto “ven aquí”. El área es del tamaño de un pequeño garbanzo pero que al excitarse adquiere el tamaño de una nuez y es probable que al ser estimulada la mujer sienta necesidad de orinar. Eso es porque al igual que la próstata cuando se agranda presiona nervios que controlan la vejiga urinaria. Si continúa la estimulación la molestia es reemplazada en muchas mujeres por una sensación placentera. Y más aún, algunas mujeres pueden llegar a experimentar orgasmo, incrementando en otras la longitud del orgasmo y habilitando multi-orgasmos.

Lesbianas = menor riesgo de transmisión de ETS

Muchas lesbianas y mujeres bisexuales que tienen relaciones sexuales con otras mujeres, asumen erróneamente que no están en riesgo de contraer enfermedades de transmisión sexual (ETS).
El creciente número de lesbianas VIH-positivo, en los últimos años (y muy por el contrario de lo que quieren hacer creer los servicios de salud) prueba que esta idea es un mito potencialmente peligroso.Es importante recordar que el riesgo de las enfermedades de transmisión sexual debe definirse por comportamiento, no por orientación o tendencias sexuales.
Aunque en las relaciones sexuales entre mujeres el riesgo de contagio del VIH y otras enfermedades de transmisión sexual es menos común, existe siempre el riesgo de contraer dichas infecciónes si participan de comportamientos sexuales sin protección. Las lesbianas, como todas las mujeres, están en riesgo de contraer el papiloma humano, el herpes genital, las ladillas, la gonorrea, VIH y otras infecciones. La vaginitis bacterial (fiebre de heno) es la más común entre lesbianas y usualmente se contagia de un de ida y vuelta en la pareja.Tener menor riesgo de contagio no significa que no haya que tomar precauciones y estar al tantode los síntomas de una infección. Aparte de infectar a tu pareja, las infecciones genitales tienen repercusiones para las mujeres que no reciben tratamiento a tiempo: cáncer cervical, daño de órganos reproductivos, complicaciones del embarazo, transmisión de infecciones serias o letales al feto o recién nacido. Lamentablemente, las enfermedades de transmisión sexual en las mujeres tienden a pasar desapercibidas y tienen síntomas similares de secreciones vaginales anormales e irritación. Debido a esto, es muy importante someterse por lo menos una vez al año a un chequeo ginecológico completo o acudir al médico cuando se presentan secreciones vaginales anormales, dolores u olores vaginales desagaradables.Las infecciones vaginales y las ETS se contagian mediante cualquier tipo de contacto de secreciones vaginales:
* Contacto vulva - vulva
* Tocarse los genitales después de tocar los genitales de la pareja
* Compartir juguetes sexuales con la pareja sin limpiarlos primero
* Dormir desnudas muy de cerca (las secreciones vaginales pueden pasar de cadera a cadera)
* Contacto con una toalla, ropa interior, ropa de baño, sábana, etc, usada recientemente por una mujer con una infección.
* Se puede transmitir fiebre de heno (candida) a la garganta de la pareja mediante sexo oral-genital.

Aprendiendo a cuidarte
Las siguientes recomendaciones pueden ayudar a reducir el riesgo de infección para lesbianas y mujeres bisexuales en el futuro, aun si sus riesgos generalmente sean pocos. La manera más importante de reducir riesgo de contraer enfermedades de transmisión sexual es mantener los fluidos de tu pareja fuera de tu cuerpo. Los fluidos corporales con los que las lesbianas deben tener más cuidado son la sangre (incluyendo la sangre menstrual), fluidos vaginales y el sexo oral sin protección y compartir juguetes sexuales son métodos potenciales de transmisión de las ETS. Métodos de protección, como protectores dentales o preservativos de látex cortados pueden ser utilizados para reducir el riesgo de infección. Es importante lavar y desinfectar los juguetes sexuales o cubrirlos antes de cada uso. No introduzcas en tu vagina o cerca de la zona vaginal nada que haya estado dentro de la vagina de otra mujer: Ésa es la forma más fácil de propagar infecciones vaginales y las ETS. Nunca introduzcas en tu vagina algo que ha estado dentro del ano de otra persona. Las bacterias que viven en el recto pueden causar infecciones en la vagina y uretra. Todo lo que vaya a ser introducido en la vagina deberá estar limpio y debidamente lubricado. Limpia el objeto (vibrador o consolador) con agua caliente y jabón o desinfectante diluido antes y después de ser usado por cada miembro de la pareja. Utilizar guantes, preservativos o cobertores de dedos de látex para la penetración manual pueden proteger contra la transmisión a través de heridas en los dedos.Cada vez que tienes sexo sin protección te expones a todas las parejas sexuales que esa persona haya tenido, incluyendo todos los gérmenes -desde infecciones urinarias hasta el virus VIH / SIDA. Las parejas estables son seguras sólo cuando han pasado por un examen para detectar las ETS y el VIH. Hasta entonces, es bueno reducir riesgos y practicar el sexo seguro.

Los juegos sexuales lésbicos de menor riesgo incluyen:
· Maturbación
· Masturbación mutua
· Abrazos
· Masaje erótico
· Frotación de cuerpos
· Fantasear (obvio..)
· Sexo telefónico (qué esperabas...)
· Besarse
· Sexo oral con protección
· Penetración con protección
· Sexo genital o anal con protección
Por ultimo, se recomienda también hacerse un chequeo ginecológico completo y un examen de Papanicolao al año para descartar infecciones de transmisión sexual.Con esto consejos, obtendrás una vida sexual sana para ti y tu pareja

El diario de un hetero

Hace varios años alguien me dijo que un amigo común de la infancia era mariquita. Esa fue la palabra que usó, mariquita. Lo que no me dijo, quizás porque no lo sabía, fue lo mal que lo ha pasado por su homosexualidad. De eso me he enterado hace poco.
La primera noticia me sorprendió un tanto, aunque no demasiado; esas cosas se intuyen. La segunda sí.


Ingenuo de mí, pensaba que nuestra sociedad había madurado, y que hoy en día no debe resultar mayor problema ser homosexual. Si hasta en la tele están de moda. Atrás quedaron los tiempos de la represión, cuando a los “desviados” se les metía en la cárcel, o se les intentaba curar a base de oración o electroshocks. Hoy en día gays y lesbianas pueden casarse y hacer una vida “normal”. La sociedad los ha aceptado.


¿Seguro? Hagamos un examen de conciencia. ¿Quién no ha usado “maricón” como insulto, o a mandado a “tomar por culo” a alguien? ¿Quién no se ha reído de los chistes de mariquitas? ¿Quién no preferiría que su hijo/a fuera heterosexual?


Cada caso será diferente, y habrá quien sepa pasar de lo que piensen y digan los demás. Pero también que hay personas más sensibles, o menos fuertes, para los que declarar y vivir su sexualidad en público se convierte en un grave problema.


Las navidades pasadas me encontré a mi amigo en un pub. Estaba borracho. Se me acercó y me plantó dos besos. Me alegré mucho de verle, y así se lo dije. Pero mentiría si no admitiera que aquellos dos besos me dejaron azorado, temeroso de que los que estuvieran mirando pudieran pensar que yo también fuera gay.


Me gustaría verlo pronto, y ser yo el que le dé dos besos y un abrazo. Lo que seguramente no haré, aunque no por falta de ganas, es pedirle perdón por contribuir a su mal. Decirle que ya no me hacen gracia los chistes de mariquitas.




(Un hetero)

lunes, 3 de mayo de 2010

LESBIANA ETIMOLOGÍA

La palabra «lesbiana» está derivada del nombre de la isla griega de Lesbos, hogar en el siglo V a.C. de la poetisa Safo. [1] De los escritos que se han conservado, los historiadores han deducido que un grupo de mujeres jóvenes estaban a cargo de Safo para su instrucción y diversión. [2] No ha sobrevivido mucha de la poesía de Safo, pero la que se conoce refleja los temas sobre los que escribió: las vidas diarias de las mujeres, sus relaciones y rituales. Se centraba en la belleza de las mujeres y proclamaba su amor por las jóvenes. [3] Antes de finales del siglo XIX, la palabra «lesbiano/a» era una adjetivo que calificaba a aquello que derivaba de Lesbos, incluyendo un tipo de vino. [nota 1] En 1890 la palabra fue usada en un diccionario médico como adjetivo para describir el tribadismo (como «amor lésbico»): gratificación sexual de dos mujeres a través de la simulación del coito. «Lesbianismo», para describir la relación erótica entre mujeres, fue documentado en 1870. El término era intercambiable con «sáfica» y «safismo» hacia principios del siglo XX. El uso de «lesbiana» en la literatura médica comenzó a ser prevalente; hacia 1925 la palabra está documentada como un sustantivo para referirse al equivalente femenino de un sodomita.
El desarrollo del conocimiento médico fue un factor importante para las connotaciones que iba a incluir la palabra. A mediados del siglo XIX, los divulgadores médicos trataron de establecer formas de identificar la homosexualidad masculina, que era vista como un problema social considerable en la mayoría de las sociedades occidentales. Categorizando el comportamiento sexual, sexólogos como el alemán Magnus Hirschfeld se referían a la «inversión» como un comportamiento sexual normal para hombres y mujeres, por lo que los hombres y las mujeres variaban desde el «tipo sexual masculino perfecto» hasta el «tipo sexual femenino perfecto». [4] La cantidad de literatura médica dedicada a la homosexualidad femenina era mucho menor que la dedicada a la homosexualidad masculina, ya que los profesionales médicos no lo consideraban un problema significativo. En algunos casos, ni siquiera reconocían su existencia.
Sin embargo, los sexólogos Richard von Krafft-Ebing de Alemania y Havelock Ellis del Reino Unido escribieron algunas de las categorizaciones más tempranas y duraderas de la homosexualidad femenina, considerándola un tipo de locura. [5] Krafft-Ebing, que consideraba el lesbianismo (que llamaba «uranismo») una enfermedad neurológica y Ellis, que estaba influenciado por los escritos de Krafft-Ebing, creían que la condición no era permanente. Ellis creía que muchas mujeres que profesaban amor por otras mujeres cambiaban sus sentimientos después de haberse casado y tener una «vida real». [6] Sin embargo, Ellis admitía la existencia de «auténticas invertidas» que pasarían toda su vida en relaciones eróticas con otras mujeres. Éstas eran miembros del «tercer sexo», que rechazaba el papel subalterno, femenino y doméstico de las mujeres. [7] La palabra «invertida» calificaba a la que realizaba los roles de género opuestos a su sexo y la atracción por mujeres, en lugar de por hombres; debido a que las mujeres de la época victoriana eran consideradas incapaces de iniciar encuentros sexuales, las mujeres que lo hacían con otras mujeres se consideraba que tenían deseos sexuales masculinos. [8]
Las obras de Krafft-Ebing y Ellis tuvieron una gran circulación y ayudaron a crear una conciencia pública sobre la homosexualidad femenina. [nota 2] Las afirmaciones de los sexólogos de que la homosexualidad era una anomalía congénita, por lo general, eran bien aceptadas por los hombres homosexuales; indicaban que su comportamiento no estaba inspirado ni debía ser considerado un vicio criminal y era ampliamente admitida. En ausencia de otro material para describir sus emociones, los homosexuales aceptaron la designación de «diferente» o «pervertido» y usaron su estatus de proscritos para formar círculos sociales en París y Berlín. «Lesbiana» y «lesbianismo» comenzaron a describir elementos de una subcultura.

SEXO ENTRE MUJERES

En lo relativo a cuestiones médicas, a las lesbianas se las conoce como mujeres que se acuestan con otras mujeres (MAM) debido a los prejuicios y creencias acerca de la sexualidad de las mujeres, y debido también a la reticencia de las mujeres a la hora de relatar de manera exacta su historial sexual incluso a sus propios médicos. [195] Muchas lesbianas que se auto-identifican como tal no llegan a ir al médico porque no tienen relaciones heterosexuales y no requieren métodos anticonceptivos, factores principales a la hora de que las mujeres busquen consultar a un ginecólogo cuando son sexualmente activas. [196] Por consiguiente, muchas lesbianas no se hacen regularmente la prueba de Papanicolaou. En Estados Unidos, el gobierno señala que algunas lesbianas no se hacen esta prueba al carecer de seguro de salud debido a que muchas empresas no lo ofrecen a las parejas de hecho. [197]
La carencia de información médica en las MAM surge de la percepción por parte de los profesionales médicos y de algunas lesbianas de que estas mujeres tienen un riesgo menor de contraer una infección de transmisión sexual o distintos tipos de cáncer. Cuando las mujeres acuden a consulta, los profesionales médicos no llegan a tomar una historia médica completa. En un estudio reciente con 2,345 lesbianas y mujeres bisexuales, sólo el 9.3% afirmó haber sido preguntada acerca de su orientación sexual por parte de su médico. Un tercio de ellas señalaba que creían que contar su historial sexual provocaría una reacción negativa, y el 30% habían recibido una reacción negativa por parte de su médico tras haberse identificado como lesbianas o bisexuales. [198] El historial completo de un paciente ayuda a los profesionales médicos a identificar las áreas de mayor riesgo y corrige los prejuicios existentes sobre las historias personales de las mujeres. En una encuesta similar con 6,935 lesbianas, el 77% había tenido contactos sexuales con uno o más hombres, y el 6% había tenido ese contacto durante el año anterior. [198] [nota 14]
Según el Departamento de Salud y Servicios Humanos de los Estados Unidos, las cardiopatías son la primera causa de muerte para las mujeres. Los factores de riesgo de las enfermedades del corazón incluyen la obesidad y el fumar, ambos más prevalentes en las lesbianas. Los estudios muestran que las lesbianas tienen una mayor masa corporal y en general están menos preocupadas por problemas de peso que las mujeres heterosexuales, y que las lesbianas encuentran más que las heterosexuales que las mujeres con índices de masa corporal más elevados son más atractivas. Las lesbianas tienden a ejercitarse más regularmente que las heterosexuales, y generalmente no por razones de estética, como las heterosexuales. [199] Hace falta más investigación para determinar las causas específicas de la obesidad en las lesbianas. [197] [198]

Recomendaciones para el sexo seguro entre mujeres:
«Evitar el contacto con el periodo menstrual y con lesiones genitales visibles.
Cubrir los juguetes sexuales que penetran más de una vagina o ano con un nuevo
condón para cada persona; considere usar distintos juguetes para cada persona.
Use una barrera (ej., látex, un condón abierto, un envoltorio de plástico) durante el sexo oral.
Use guantes de látex o de vinilo y lubricante para el sexo manual que pudiera producir sangre.»
Sally A. Mravack [198]

La falta de diferenciación entre mujeres homosexuales y heterosexuales en los estudios médicos que tratan sobre la salud de las mujeres distorsiona los resultados para las lesbianas y para las que no lo son. Los informes sobre la prevalencia del cáncer de mama en lesbianas son inconcluyentes. [198] Sin embargo, se ha determinado que el menor número de lesbianas que se hacen la prueba de Papanicolau hace más dificil detectar el cáncer de cérvix en sus etapas iniciales en las lesbianas. Los factores de riesgo para desarrollar el cáncer de ovarios son más elevados en lesbianas que en heterosexuales, quizá porque muchas lesbianas carecen de factores protectores como el embarazo, el aborto, los métodos anticonceptivos o dar el pecho al bebé. [200]
Algunas enfermedades de transimisión sexual se pueden transmitir entre mujeres, como el virus del papiloma humano (VPH) (en concreto, las verrugas genitales), tricomoniasis, sífilis y el virus del herpes simple (VHS). La transmisión de infecciones de transmisión sexual específicas depende entre las mujeres que tienen relaciones sexuales con otras mujeres depende del tipo de prácticas sexuales que hayan mantenido. Cualquier objeto que entre en contacto con las secreciones del cérvix, la mucosidad vaginal o el periodo menstrual, sean los dedos o un objeto penetrante, puede transmitir infecciones de transmisión sexual. [201] El contacto oral con los genitales puede indicar un mayor riesgo de contraer VHS, [202] incluso en mujeres que no hayan tenido ninguna relación sexual previa con hombres. [203] La vaginosis bacteriana (VB) aparece con mayor frecuencia en las lesbianas, pero no está claro si la VB se transmite mediante el contacto sexual; aparece en mujeres célibes y en mujere sexualmente activas. La VB frecuentemente aparece en las dos mujeres que componen la relación lésbica; [204] un estudio reciente de mujeres con VB halló que el 81% tenían parejas con VB. [205] Las lesbianas no se incluyen como una categoría de frecuencia de transmisión del VIH, aunque la transmisión es posible mediante las secreciones vaginales y cervicales. La mayor tasa de transmisión del VIH en lesbianas ocurre en las mujeres que participan en la toma de drogas por vía intravenosa o que tienen relaciones sexuales con hombres bisexuales.

jueves, 25 de marzo de 2010

Tú opinión importa


Todos en algun momento nos hemos hecho una pregunta y seguramente la contestación no es la misma de una persona a otra. Os dejamos una serie de preguntas para que comenteis lo que significa para vosotros/as podeís comentar todas las que queraís. Tú opinión importa.

1-¿Qué es ser persona?
2-¿Qué es el amor?
3-¿Qué es amar?
4-¿Qué es atracción?
5-¿Qué es sensualidad?
6-¿Qué valoras de una persona?

¡ Y TÚ QUE MIRAS !! ¬¬'

¡ Y TÚ QUE MIRAS !!  ¬¬'
Aunque la quiera a ella, aunque el mundo se empeñe en señalarnos y decirnos que somos diferentes, el concepto es el mismo, sentimos, como todo ser humano.. "La libertad de amar no es menos sagrada que la libertad de pensar". (Victor Hugo)